Horror, Terror y Pavor...

El miedo acecha a la vuelta de la esquina y casi todos están deseando conocerlo. Halloween una contracción de All Hallows’ Evening o como diríamos a lo castizo “Noche de Todos los Santos” se remonta al 1745 y aun a día de hoy se celebra por todo lo alto, eso sí, con un toque más pagano que sus orígenes cristianos. En EE.UU. no fue hasta la gran emigración irlandesa y escocesa durante el siglo XIX cuando se empezaría a celebrar, ya que hasta entonces los puritanos (siempre tocando los mismísimos) de Nueva Inglaterra se opusieron con firmeza.

Hoy en día es una celebración más consumista que otra cosa, las fiestas en parques temáticos, venta de disfraces y caramelos varios para el famoso (Trick or Treat) son un negociete que mueve cantidades ingentes de parné.

En Los Angeles, ya un mes antes de la fecha empiezas a ver calabazas por doquier. La tradición de esculpirlas a riesgo de rebanarte un dedo está muy extendida por todo el país.

Pero sin duda las fiestas de disfraces y las de los parques temáticos es lo que más en boga está, aunque también hay actividades más alternativas como apuntarte a una experiencia paranormal o hacer un tour de un cementerio. Como buenos amos del marketing los americanos ofrecen de todo para hacer caja.

Aquí están algunos de los eventos más populares.

Halloween Horror Nights en Universal Studios

Los estudios Universal se unen a esta celebración que atrae a miles de visitantes.

Disney's Halloween Night

Un clásico en la factoría del ratón.

Knott's Scary Farm Halloween Hunt 

Parque de atracciones adaptado a la ocasión.

Si te apetece algo diferente más “indie”

Old Town Haunt en Pasadena

 Aquí puedes disfrutar, si eres de los que disfrutan pasando miedo, de una visita a uno de los edificios más antiguos de Pasadena donde se rumorea vagan fantasmas de personas que murieron a consecuencia de atrocidades innombrables (buff, yo a esto no voy ni “jarta de vino”) pero sin duda promete para los fans “hardcore” del terror.

The Alone Experience en Downtown Los Angeles

 Otra casa plagadita de fantasmas en el centro de Los Angeles donde se ofrece 30 minutos de tour solo con una linterna. Ay madre! Recomendado el uso de pañales para los realmente asustadizos. A modo de nota paradójica por la misma zona y para miedo pero del de echarte a llorar está Skid Row donde hay la concentración de vagabundos más alta de EE.UU.  Paradojas de este país.

Pero si lo que a ti realmente quieres es pasar miedo sin luego comerte la cabeza pensando si los fantasmas que has visto son de verdad, entonces lo más recomendable es The House at Haunted Hill donde verdaderos profesionales de la industria ganadores de varios Emmys han montado un show de agárrate y no te menees.

Para los que están delicados del corazón y lo que prefieren es divertirse moviendo el esqueleto (juassss) fiestas como Halloweenie son la mejor opción.  Está organizada por el coro gay de Los Angeles pero todas las tendencias sexuales son WELCOME.

Si de todas estas opciones no te convence ninguna nada mejor que sentarse en el sofá de tu casa con las luces apagadas y visionar un clásico del terror, Eso nunca falla.

Café con leche (pero no de vaca)

A los que les gusta el café de los muy cafeteros (como decía el anuncio de la tele) siempre se decantarán por el café solo o el espresso. No es mi caso, a mi siempre me ha tirado más el café con leche, el café solo me resulta muy amargo y a pesar de ser uno de esos sabores a los que como la cerveza o el vino te van gustando con el tiempo, mis papilas gustativas no han evolucionado por ese camino. Sin embargo el café con leche siempre me llamó la atención, su textura, color y sobre todo olor me resultaban muy reconfortantes.

Cuando vine a EE.UU. el único café que había era el llamado "café americano" que es simple y llanamente un aguachirle repugnante, lo probé una vez y no necesité más para abstenerme de semejante bebedizo. Con los años este país, imagino debido a la demanda popular, comenzó a desarrollar una cultura del café con cadenas como Starbucks (que a mi particularmente me parece una porquería) pero que ayudó a provocar un interés importante entre la población. Hoy en día se pueden tomar cafés decentes en la mayoría de los restaurantes de las grandes ciudades. Marcas como Lavazza, Illy, incluso más locales con Cafecito Orgánico o Intellingentsia están haciendo su agosto entre esta nueva afición del americano por el café. Pues bien, como buena aficionada al café con leche pero no de vaca, EE.UU.  es ahora, bueno especifico, ciudades como Los Angeles, uno de los mejores sitios para disfrutar de una taza de café con leche de almendra o cáñamo (que es la planta de la marihuana). La de almendra es mucho más sana que la leche de vaca, tiene menos calorías, es más fácil de digerir y está plagadita de vitaminas, zinc, proteínas y Omega 6, ayuda a prevenir problemas cardiovasculares fortaleciendo el corazón, ¿qué más se puede pedir? La de cáñamo que se hace a partir de las semillas de la planta de la marihuana también posee un montón de beneficios para la salud, Omega 3 y 6, rivoflavinas, fósforo, potasio, etc... y para los más escépticos que no se preocupen que no te da subidón asi que se puede beber con tranquilidad.

Café con leche de cáñamo

Uno de mis sitios favoritos en Los Angeles para tomarme un café con leche de cáñamo o almendras es
Toms Flagship Store  en Venice. Es una tienda de alpargatas modernizadas que un emprendedor americano creó hace unos años versionando el típico calzado por uno más hipster. Este local que han abierto en Venice hace un año aproximadamente tiene de los mejores cafés que he tomado en Los Angeles y a la vez puedes disfrutar en su patio trasero del solecito californiano mientras lo saboreas. Definitivamente en mi opinión un lugar a visitar si te pasas por aquí.

Crema Fría de Pepino y Aguacate

Siguiendo esta tónica que tanto me gusta de sopa fría, en esta ocasión voy a presentar una receta sencilla pero resultona. En mi opinión no hay nada mejor que hacer platos simples, con buenos ingredientes y con poca complicación. ¿Quién tiene tiempo hoy en día de ponerse a cocinar tres horas un guiso que además después de comerlo te va a dejar "planchao"? La menda, no. Y la razón de este humilde blog es presentar recetas sanas y ricas, para las recetas de tres horas de preparación ya hay otros.

Ya expliqué previamente los beneficios del aguacate, así que no me voy a repetir (leed la receta de la ensalada de mango para refrescar la memoria). Sin embargo os explico algo sobre el uso del pepino (ya estará el típico gracioso yéndose al lado oscuro). Compañeros, aquí de momento nos ceñimos a usos culinarios. El pepino es de la familia de las cucurbitáceas (toma palabro), a la que pertenecen también la calabaza y el melón, cultivándose principalmente en climas cálidos. Tiene vitamina E entre otras y aceites esenciales muy beneficiosos para la piel. Para la gente que quiera rebajar peso es ideal ya que el 98% de la composición es agua además de astringente ayudando a reducir grasa y diurético para evitar la retención de líquidos. Vamos que nos viene muy bien comer pepino.

Pues eso, que esta sopita se puede hacer en menos de lo que canta un gallo. Lo único que se necesita es una "blender" o batidora y los ingredientes que os explico a continuación.

1 Pepino grande (aquí el tamaño importa)

1/2 cebolla mediana

1 aguacate

Zumo de limón

1 vaso de agua (una vez lo estamos batiendo vamos añadiendo agua según nos guste más o menos espesa)

Sal y Pimienta

Chorrito de aceite de oliva virgen (esto que no falte)

Coge bien el Mango

Siguiendo con la dinámica de recetas sencillas, fáciles de hacer y ricas ricas, os paso una ensalada cuya única complicación es la presentación, por lo demás no se tarda nada y es súper nutritiva. Sus dos ingredientes básicos son el mango y el aguacate. El mango originario de la India es rico en vitaminas A y C. Es antioxidante, ayuda a formar masa muscular (atención amigos aficionados a levantar pesas, esto va para vosotros) y sirve para los hipertensos y gente con el colesterol alto porque ayuda a reducirlo.

El aguacate, de la que soy gran fan, tiene su origen en Mexico y Perú y como el mango sus propiedades son casi mágicas. Es una fuente increíble de proteínas vegetales (para los que todavía siguen con la mandanga de que hay que comer carne para estar bien alimentado), ayuda a prevenir enfermedades como el Alzheimer, problemas cardiovasculares o la diabetes. Tiene vitaminas A, B6, B12, C, D entre otras (vamos casi todo el alfabeto vitamínico), contiene Omega 3 que son grasas monoinsaturadas que sirven para controlar los triglicéridos de la sangre, que como bien sabemos si suben significa que nuestro nivel de colesterol es preocupante y magnesio que va a servir a los que estais de los nervios y los que teneis problemas de huesos y musculares. Vamos que no os voy a aburrir con todas las propiedades porque en el fondo lo que me vais a agradecer es lo fácil y buena que es la receta.

La única complicación es presentarlo bien. El aguacate lo cortamos por la mitad, sacamos el hueso dándole un golpe con un cuchillo (cuidadito aquí los patosos a ver si os vais a hacer una gracieta en la mano), una vez enganchado se mueve un poco y veremos como el hueso sale limpio. Hacemos unas incisiones verticales a lo largo de mismo y luego con una cuchara lo extraemos y lo vamos separando con cuidadito las láminas. Respecto al mango creo que no necesita explicación, se pela y se corta en láminas. Se coloca todo mono sobre un plato y se coloca la rúcula en medio. Y se procede a echar chorrito de aceite, cayena y sal.

Ingredientes para esta refrescante ensalada.

1 Aguacate

1 Mango

Rúcula

Cayena en polvo

Aceite de oliva vírgen

1 chorrito de limón

Sal

Pasta del Vago

¿A quien no le gusta la pasta? es uno de esos alimentos que como buen hidrato de carbono apetece casi siempre. Fría en ensalada, caliente, con salsa de tomate o simplemente con ajo y aceite es uno de esos ingredientes agradecidos que están ricos con prácticamente cualquier cosa. Incluso con un "relaxing cup of café con leche"como diría nuestra erudita bilingüe Ana Bottle.

He descubierto recientemente una receta que me ha dejado anonadada de lo rica y lo sencilla que es de preparar. No sólo está para chuparse lo dedos sino que encima es medio sana (lo sé, la pasta sana lo que se dice sana no es pero ésta es muy ligera, I promise). Pero lo mejor de todo es que es tan fácil de preparar como meter todos los ingredientes a cascoporro, como bien diría Joaquín Reyes, en la cacerola o sartén con agua.

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Lo metes todo ahí vas dándole vueltas, te encuentras, y lo digo totalmente en serio, con una de las mejores pastas que has probado en tu vida. Eso si, hay que hacerlo bien porque la dificultad es mínima pero la precisión importante.

A continuación los ingredientes para preparar este delicioso plato:

340 gramos de pasta (puedes elegir entre linguine o spaguetti

340 gramos de tomates cherry cortados por la mitad

1 cebolla mediana cortada en juliana

6 dientes de ajo medianos

4 ramitas de albahaca (reservamos unas cuantas hojas cortándolas enteras para adornar el plato

Chorro de aceite de oliva

4 tazas de agua

Sal y pimienta al gusto

Queso parmesano

Cuando se haya absorbido el agua y quedado una salsita con el sabor de todos los ingredientes, la servimos con albahaca por encima cortada en tiritas y queso parmesano por encima (si puede ser rallándolo nosotros mismos justo antes de servir).

Al rico CRONUT, bueno no tan rico...

El famoso cronut es como algunos de vosotros ya sabreis una mezcla de croissant y donut creada por el chef  Dominique Ansel en su pastelería del Soho neoyorkino. Este bollo que en mi opinión no supera al maravilloso buñuelo de viento español (ya se que no es lo mismo pero ya vereis porque hago esta comparación, paciencia) ha creado una histeria masiva que ha convertido a este producto de pastelería en lo más perseguido en la ciudad de los rascacielos en los últimos meses. Las colas para poder probarlo se extienden como si Apple estuviera a punto de sacar su último "gadget" (solo que en el caso de cronut el placer dura cinco minutos y la grasa que se va la cadera años).

La locura por probarlo llega a tal punto que hay gente que hace cola y luego los revende por el triple de su valor o se contrata a gente en Craigslist (lo que viene a ser el Segunda Mano en España) para que hagan la cola por ellos. El nivel de ridículo es ciertamente consternador pero el ser humano nunca para de sorprenderme.

Como la menda lerenda no vive en NY y aunque viviera no se le ocurriría hacer una cola de dos horas para meterse un bollo, investigué a ver si por la costa oeste donde el surf, la marihuana y la temperatura templadilla hace que la gente vaya más de tranqui por lo que lo de la cola no sería problema, y descubrí que había varios sitios que hacían una copia del ansiado manjar. Hubo un par que me echó para atrás porque pensé que la calidad no sería muy buena, pero descubrí un sitio en una de mis calles favoritas de Venice donde una pastelería los tenía, obviamente no les pueden llamar cronuts porque Dominique ha registrado el nombre, lo llaman Crö-dough imagino debido al origen alemán del chef . He de confesar que me ha costado cuatro visitas conseguirlo. No hay colas de ningún tipo, pero tampoco cronut.  ¿Por qué? porque no lo tienen todos los días y hay que ir a primera hora de la mañana o seguirles en Facebook o Instagram. Vamos que no hay que hacer cola pero sigue siendo un palo conseguirlo.

Cronutcopia

Prueba superada, ya tenía el ansiado cronut, no perdón Crö-Dough, entre mis manos. Me preparé un café para saborearlo como Dios manda y al primer mordisco quedé perpleja. Aceitoso y correoso son las dos palabras que mejor lo describirían. No se si sería que me engañaron como a una china (perdón por la incorrección política) o porque estaba del día anterior pero aquello no había quien se lo comiese. En fin que aún a día de hoy tengo la esperanza de probar el auténtico cronut creado por Dominique pero de momento estoy rechazando las imitaciones,  e insisto que donde esté un buñuelo de viento bien fritito y relleno de crema pastelera se quite el cronut. Si a algún pastelero en España se le ocurre hacerle una modificación al buñuelo y las redes sociales hacen su labor, empezaremos a ver colas dando la vuelta a la plaza mayor.

Aqui teneis la dirección de la pastelería en NY por si teneis lo que hay que tener para aguantar dos horas de cola.

http://dominiqueansel.com/

Y para los que estais en España os recomiendo a mi buen amigo Toni Rodríguez, chef vegano que hace unos cupcakes que quitan el sentido y su colega Eugeni Muñoz se ha lanzado a hacer los cronuts veganos, estos a lo mejor me animo a probarlos.

http://www.lujuriavegana.com/index.php?option=com_content&view=article&id=122&Itemid=164

Lentejas...pero no las de toda la vida

En España de toda la vida estamos acostumbrados a meternos entre pecho y espalda unos platazos de lentejas con chorizo que no se lo salta un gitano. Esta legumbre está casi siempre asociada al invierno por ser un plato mega calórico y lleno de grasa (puagh). Pues ya va siendo hora de que nos olvidemos de este plato y reinventemos una legumbre tan maravillosa y llena de propiedades como la lenteja.

Comencemos con un poco de historia y culturilla general. Pertenecen a la familia de las papilionáceas y crecen en climas templados y se cultiva desde el 9000 A.C., ahí es nada. A pesar de tener un alto contenido calórico de recomiendan para dietas de adelgazamiento debido a su alto poder saciante. Además tienen un gran contenido en proteínas (perfecto para los veganos y vegetarianos como yo) aparte de tener aminoácidos de los que carece la carne. Vamos que esta pequeña legumbre a la que tanto se ha despreciado durante años es un chollazo.

Voy a compartir una receta súper fácil de hacer y estupenda para alimentarnos como Dios manda.

Lentejas con Rúcula y Huevo Frito

Ingredientes:

1 1/2 taza de lentejas (yo he cogido unas de tamaño mediano tirando a pequeño)

1 puerro grande (puedes sustituirlo por cebolla, aunque yo creo que el puerro le da un toque más sofisticado)

4 tazas de rúcula (o media bolsa de la que venden embasada)

1 pastilla de caldo vegetal o medio litro caldo en tetrabrick

1 chorrito de acete de oliva

1 cucharada de vinagre de módena

3/4 taza de puré de tomate

Huevos de granja (la cantidad depende de las personas que vayan a comer)

Sal y Pimienta al gusto

Se pone un chorrito de aceite en una cacerola, olla o similar y se añade el puerro, cuando éste esté ya casi transparente se añaden las lentejas, el puré de tomate, el vinagre de módena y el caldo vegetal y se deja a fuego lento durante unos cuarenta minutos. Cuando ya estén hechas las lentejas se añade la rúcula y se mezcla bien añadiendo también la sal y la pimienta.

Por otro lado freímos el huevo y lo servimos encima de las lentejas. Está para chuparse los dedos.