Crema Fría de Pepino y Aguacate

Siguiendo esta tónica que tanto me gusta de sopa fría, en esta ocasión voy a presentar una receta sencilla pero resultona. En mi opinión no hay nada mejor que hacer platos simples, con buenos ingredientes y con poca complicación. ¿Quién tiene tiempo hoy en día de ponerse a cocinar tres horas un guiso que además después de comerlo te va a dejar "planchao"? La menda, no. Y la razón de este humilde blog es presentar recetas sanas y ricas, para las recetas de tres horas de preparación ya hay otros.

Ya expliqué previamente los beneficios del aguacate, así que no me voy a repetir (leed la receta de la ensalada de mango para refrescar la memoria). Sin embargo os explico algo sobre el uso del pepino (ya estará el típico gracioso yéndose al lado oscuro). Compañeros, aquí de momento nos ceñimos a usos culinarios. El pepino es de la familia de las cucurbitáceas (toma palabro), a la que pertenecen también la calabaza y el melón, cultivándose principalmente en climas cálidos. Tiene vitamina E entre otras y aceites esenciales muy beneficiosos para la piel. Para la gente que quiera rebajar peso es ideal ya que el 98% de la composición es agua además de astringente ayudando a reducir grasa y diurético para evitar la retención de líquidos. Vamos que nos viene muy bien comer pepino.

Pues eso, que esta sopita se puede hacer en menos de lo que canta un gallo. Lo único que se necesita es una "blender" o batidora y los ingredientes que os explico a continuación.

1 Pepino grande (aquí el tamaño importa)

1/2 cebolla mediana

1 aguacate

Zumo de limón

1 vaso de agua (una vez lo estamos batiendo vamos añadiendo agua según nos guste más o menos espesa)

Sal y Pimienta

Chorrito de aceite de oliva virgen (esto que no falte)