Comencemos con un poco de historia y culturilla general. Pertenecen a la familia de las papilionáceas y crecen en climas templados y se cultiva desde el 9000 A.C., ahí es nada. A pesar de tener un alto contenido calórico de recomiendan para dietas de adelgazamiento debido a su alto poder saciante. Además tienen un gran contenido en proteínas (perfecto para los veganos y vegetarianos como yo) aparte de tener aminoácidos de los que carece la carne. Vamos que esta pequeña legumbre a la que tanto se ha despreciado durante años es un chollazo.
Voy a compartir una receta súper fácil de hacer y estupenda para alimentarnos como Dios manda.
Lentejas con Rúcula y Huevo Frito |
Ingredientes:
1 1/2 taza de lentejas (yo he cogido unas de tamaño mediano tirando a pequeño)
1 puerro grande (puedes sustituirlo por cebolla, aunque yo creo que el puerro le da un toque más sofisticado)
4 tazas de rúcula (o media bolsa de la que venden embasada)
1 pastilla de caldo vegetal o medio litro caldo en tetrabrick
1 chorrito de acete de oliva
1 cucharada de vinagre de módena
3/4 taza de puré de tomate
Huevos de granja (la cantidad depende de las personas que vayan a comer)
Sal y Pimienta al gusto
Se pone un chorrito de aceite en una cacerola, olla o similar y se añade el puerro, cuando éste esté ya casi transparente se añaden las lentejas, el puré de tomate, el vinagre de módena y el caldo vegetal y se deja a fuego lento durante unos cuarenta minutos. Cuando ya estén hechas las lentejas se añade la rúcula y se mezcla bien añadiendo también la sal y la pimienta.
Por otro lado freímos el huevo y lo servimos encima de las lentejas. Está para chuparse los dedos.
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